F.S.A. Los Años Amargos de América

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos atraviesa una gravísima crisis económica que golpea a toda la nación. El gobierno decide crear organizaciones oficiales destinadas a ayudar a los distintos grupos de población afectados por la depresión. La gran miseria de la agricultura en los años 1930 suponen el origen de la Farm Security Administration (F.S.A.).

Los problemas que hay que resolver son considerables: los suelos esterilizados por la falta de técnica rural de los pequeños agricultores; la deforestación prematura, el abuso de fertilizantes y de labranza, y el incumplimiento de la rotación de cultivos cada tres años dejan un desierto no de arena, sino de polvo: el “dust bowl”. El polvo lo cubre todo, penetra en casas modestas con tablas mal unidas, daña los ojos; luego las inundaciones, la nieve y el frío arrasan los últimos brotes.

Sin un centavo, exhaustos, abandonando granjas y suelos, desde las orillas del Mississippi y la frontera con México, la gente se dirige al oeste y al norte en busca de tierras más verdes.  

Para suscitar, en el público inconsciente de las grandes ciudades, una opinión sobre la preocupante situación en la que se encuentran estos agricultores, Rex Tugwell, director de la Oficina para la Protección de la Agricultura (F.S.A.), crea una sección documental basada esencialmente en la imagen y pone a Striker a la cabeza.

Striker es muy exigente con sus jóvenes operadores: deben ser periodistas, sociólogos y artistas al mismo tiempo; los recursos materiales puestos a su disposición son modestos y se les asignan métodos de trabajo muy precisos.

Los dos primeros fotógrafos contratados por Striker fueron Walker Evans y Dorothea Lange. Ellos marcaron la pauta para toda la empresa.

Sin embargo, las dificultades fueron numerosas: la sensibilidad y dignidad de todos estos agricultores deben ser respetadas; problemas con la policía durante las huelgas o con la gente rica; el mal tiempo y, finalmente, la censura de Striker que destruyó ciertos negativos o los enterró en archivos; pero al final 272.000 imágenes dan testimonio de la terrible situación y un legado documental y artístico sin precedentes.


Almudín, San Luis Beltrán 1, 46003 – València

El Almudín se convertirá durante unos meses en el Pabellón de las Naciones, una gran exposición fotográfica que ofrece una visión de la experiencia humana universal. Sus particularidades y semejanzas entre distintos países y culturas. Retratos, paisajes, costumbres, etc nos muestran la diversidad del ser humano.

El Almudín se construyó sobre el alcázar musulmán a principios del siglo XIV como lugar de almacenaje y venta de trigo. En origen tendría unas dimensiones más reducidas y se fue ampliando a lo largo de los siglos XV y XVI. El primitivo edificio tendría un patio central a cielo abierto y fue a principios del siglo XVII cuando se incorporó la cubierta, dándole la imagen de planta basilical que tiene en la actualidad.

El interior está decorado con pinturas murales al temple-cola de carácter popular alusivas a la entrada de trigo en la ciudad -históricamente una de las mayores preocupaciones de sus gobernantes-, así como representaciones de los santos patrones de los gremios que operaban en el comercio del grano.

Fue declarado monumento nacional en 1969.

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